CRÓNICA Jª 21| Tres puntos y tres goles que valen un segundo puesto
Tanto el público como el equipo se dejaron la piel en un triunfo sufrido que permite a ElPozo Murcia superar al FC Barcelona en la clasificación
ElPozo Murcia FS se alza con la victoria ante el FC Barcelona que vale el segundo puesto con doblete de Pito y gol de Álex, que ejercía de capitán por lesión de Miguelín. Un Palacio que rozó el lleno se entregó a su equipo para conseguir la victoria.
En la primera parte, Duda apostó por Fede bajo palos, Xuxa, Pito, Andresito y Matteus sobre la pista azul. El encuentro transcurrió en los minutos iniciales con mucha tensión por parte de ambos equipos, con excesivo respeto mutuo. Por tanto, más que de ocasiones se puede hablar de acercamientos. A uno de Ferrao que solventó bien Fede contestó ElPozo con uno de Andresito, que no llegó por poco a un excelente envío de Pito.
El partido amenazó con romperse cuando Xuxa cabalgó por la banda y ante la salida de Juanjo envió el balón por encima del larguero por escasos centímetros. Como espoleados por esa ocasión, los de Andreu Plaza respondieron con un chut al poste que rebotó en la cara de Fede. El guardameta local tuvo que ser atendido por ello sin mayores consecuencias.
En una de las jugadas siguientes, Marinovic consiguió marcharse de su par con una gran finta y, cuando encaraba portería, fue trabado por detrás por Marc Tolrà. El jugador azulgrana recibió tarjeta amarilla por esa acción, que ElPozo no consiguió rentabilizar. Aunque en la siguiente ocasión, Álex envió un zurdazo a la base del poste que por poco perfora la portería defendida por Juanjo.
La segunda mitad tuvo mucho más ritmo que la primera, con ElPozo arriesgando para conseguir los ansiados tres puntos. A pesar de ello, la primera ocasión fue para los visitantes. Pero cuando todo parecía perdido, Fede se erigió en un muro infranqueable con dos paradones seguidos, uno de ellos a bocajarro, que evitaron que el marcador se moviera. La agresividad se incrementó no solo ofensivamente, sino también en defensa. Producto de ellos son las tarjetas amarillas a Rivillos (por derribar a Pito), a Álex y a Joao (los dos últimos por encararse tras una falta).
Mediada la segunda mitad, Andresito enganchó una volea con la izquierda teledirigida hacia la portería. Cuando el balón estaba a punto de entrar, apareció Pito para empujarla en la línea y apuntarse el tanto que ponía por delante a ElPozo en el minuto 28.
Tras un par de disparos peligrosos de Rivillos bien solventados por Fede, llegó el segundo gol de los locales. Fer. Drasler se disfrazó de mago para ofrecerle de tacón el gol en bandeja a Pito, que de un tiro raso ajustado al palo sumó su segundo gol de la tarde en el minuto 35.
A partir de ahí, un FC Barcelona acuciado por el marcador empezó a arriesgar más en ataque. Andreu Plaza pidió tiempo muerto y pensó que era el momento para sacar a Diego como portero-jugador. El propio Diego pareció darle la razón cuando tras una jugada suya llegó el gol que recortaba diferencias, anotado por Joselito. Eran los peores momentos de ElPozo, que capeaba el temporal como podía. En ese momento aparecieron dos factores clave: en primer lugar, Fede se erigió en el héroe de los locales, salvando goles que parecían cantados; y en segundo lugar, un Palacio de los Deportes rebosante de público y energía, que no dejó desvanecer a los suyos y que estuvo apoyándoles cuando más lo necesitaban.
Los nervios afloraban en los jugadores del Barça Lassa, cuyo ejemplo más significativo fue Ferrao: recibió la primera amarilla en el minuto 38 y prácticamente en el minuto siguiente veía la segunda cartulina que significaba su expulsión. Duda pidió tiempo muerto para afrontar unos últimos segundos que se antojaban cruciales.
Cuando quedaban solo 13 segundos, Álex hizo valer la ventaja numérica para enviar un balón suelto al fondo de las mallas y colocar el 3-1 en el tanteador. En su celebración, el capitán se golpeaba el escudo mientras señalaba a la grada: la comunión entre equipo y afición había dado sus frutos. Cuando finalizó el partido, el Palacio estalló al unísono en un grito de euforia con el que no solo se celebraban los tres puntos, sino también un más que merecido segundo puesto.
